La duración depende de la estructura del colchón

Se oye decir que, un buen colchón puede acompañar tus noches durante unos diez años de media. ¿Pero qué sucede realmente? Esta indicación, demasiado general, es lógicamente imprecisa incluso totalmente falsa. El tiempo de vida del colchón depende efectivamente de su composición. Aquí tienen unas indicaciones que te permitirán hacerte una idea más precisa de la esperanza de vida de tu colchón.

Como ya lo sabes, el colchón es un elemento esencial de la cama. La diversidad de los productos distribuidos por los fabricantes pretende ofrecer a cada cual un tipo de colchón adaptado al confort buscado. Encontramos en particular colchones de muelles, de látex o también de visco y espuma. Si esta distinción entre los materiales y las tecnologías utilizadas están relacionadas con el confort ofrecido, también merece que evidenciemos la diferencia de la duración de vida entre los modelos.

Los colchones de muelles

Entre los colchones de muelles encontramos tres subcategorías principales que son los colchones de muelles de hilo continuo, los colchones de muelles bicónicos y los colchones de muelles ensacados. Cada uno de ellos presenta ventajas diferentes, como mucha firmeza en los colchones de hilo continuo, un apoyo dinámico en los muelles bicónicos o una excelente independencia de la zona para dormir con los muelles ensacados.

Si los colchones de muelles han sido durante muchos años los principales tipos de colchón comercializados, es por su gran fiabilidad. Para los diferentes modelos mencionados, distinguimos así una duración de vida relativamente larga. Por su composición, el colchón de muelles de hilo continuo sigue siendo el menos duradero. Su único hilo de hierro que constituye los muelles del colchón está efectivamente constantemente solicitado, lo que acentúa su desgaste y reduce rápidamente sus capacidades de amortiguación. Concederemos a este tipo de colchón una duración de vida media de 7 a 8 años.

Los muelles bicónicos son por su parte elementos distintos conectados entre ellos. Si quieren una duración de vida superior, en general de aproximadamente diez años máximo, no proporcionan un confort ideal. El compromiso se basa entonces entre su duración de vida y la calidad de recepción que ofrece. Entre ambos modelos mencionados, el principal elemento que pone en peligro su duración de vida es el desplazamiento progresivo de los muelles. Conforme pasa el tiempo, su frecuente solicitación provoca que cambien de eje, lo que tiene les importantes repercusiones en el confort del colchón. Aunque en primer lugar eso sea una mera molestia, el estado del colchón puede empeorar y provocar dolores. Resulta pues importante cambiarlo en cuanto nota incomodidad.

Por fin, los colchones de muelles ensacados son hasta la fecha la tecnología de muelles más evolucionada. Gracias a la individualización de los muelles, este tipo colchón ofrece un gran confort y una independencia de la zona para dormir de alta calidad. Al aprovechar la separación de cada muelle, están colocados en sacos individuales, la duración de vida de estos colchones es la mayor para los colchones de muelles. Los muelles están solicitados solo si el cuerpo ejerce una presión encima de ellos. Gracias a este principio, los colchones de muelles ensacados ofrecen a la vez un confort de la mayor calidad y una mayor esperanza de vida. Hablamos aquí de una duración de vida que puede alcanzar hasta quince años.

Los colchones de látex

Gracias a las propiedades de resistencia y de flexibilidad de los que se beneficia el látex, los colchones de látex tiene une duración de vida que de forma general alcanza casi los 10 años. Sin embargo, para saber si su colchón será cómodo más bien durante 8 o 12 años algunos elementos tienen que considerar. Como para el caso de los colchones de muelles, aquí le recomendaremos dedicar una atención particular a la composición del colchón.

Un colchón de látex está formado por látex, es obvio, pero es importante saber de dónde viene este látex. Así es como podrá hacerse una idea más precisa de la duración de vida de su colchón. Si el látex sintetizado se beneficia de forma general de las mismas propiedades que el látex natural, sigue siendo sin embargo el resultado de una asociación entre de la savia d&del árbol de caucho, petróleo y demás componentes químicos. La acumulación de los aditivos utilizados para obtener el látex sintético es entonces el principal motivo de su más baja calidad.

Para beneficiar de un colchón lo más cómodo y lo más resistente posible, se recomienda favorecer colchones cuya composición indique un porcentaje de látex natural lo más alto posible.

Para que un colchón pueda ser considerado como realizado en látex natural, debe demostrar un índice de látex natural de al menos un 85%. Frente a estas restricciones, los fabricantes pueden no ser muy transparentes para venderle productos de una calidad inferior a lo que dicen. Para evitar estos abusos, diferentes certificaciones le permiten asegurarse de una cierta fiabilidad. Encontramos en particular las certificaciones Oeko-Tex Standard 100 y la Certificación Eurolatex Eco-standard.

Los colchones de viscoelástica y de espuma

Respecto a los colchones de espuma, lo principal para determinar su duración de vida es lo que se llama la resiliencia. La resiliencia es la capacidad del colchón para recuperar su forma de origen tras diferentes movimientos del usuario. Cuanto más alta sea la resiliencia del colchón, más podrá garantizarle confort y resistencia con el tiempo. La resiliencia de un colchón se valora según su densidad. En general, la densidad de un colchón estándar está incluida entre 20 y 25 kg/m3.

Se debe tener cuidado con este punto preciso al comprar su colchón. Al comprar colchones de alta resiliencia, la duración de vida será mayor. Se otorga la denominación de alta resiliencia a los colchones cuya densidad es de al menos 30 kg/m3. Esto no constituye, sin embargo el nivel de calidad más alto, algunos colchones pueden alcanzar una densidad de 60 kg/m3.

Con una densidad así, la espuma es más resistente y tendrá menos tendencia a deformarse. Entre dos colchones de densidades diferentes, la duración de vida puede pasar a ser del doble de tiempo. Una espuma estándar cuya densidad es de 23 kg/m3 durará algo más de 5 años mientras que un colchón de alta resiliencia alcanzará casi los doce años.

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